jueves, 9 de diciembre de 2010

Ellos

Rebuscando entre fotos, papeles, notas, tickets, vídeos y canciones dentro de la cajita, se le dibujó una gran sonrisa cuando encontró aquel vídeo, que una persona muy especial para ella le había regalado por su 18 cumpleaños. Cada vez que lo veía soltaba alguna lágrima, y esta vez no iba a ser diferente... bueno, lo fue, pero porque lloró mas, mucho más. Quizás era el hecho de que estaba fuera de su casa y los echaba de menos, pero esta vez vio el vídeo de manera muy diferente, fijándose en las personas. En las que aun formaban parte de ella y las que se habían ido para siempre. Las que no le importaba que se hubieran ido y las que ella echaba mucho de menos. Observó como poco a poco algunas se habían esfumado de su vida, y otras sin embargo, se habían ido de repente. Pero sonrío, porque vio una imagen en el vídeo que le hizo acordarse de muchos buenos momentos, y de los que estaban, están y estarán. Esas personas que sabes que pase lo que pase van a estar allí.

El que es amigo de todos no es, en realidad, amigo de nadie. La amistad verdadera y profunda no admite un número excesivo, pues necesita tiempo y dedicación.
Aristóteles



Y pensó que si, eran pocos, porque a ella no le gustaba presumir de cantidad si no de calidad, en eso no le ganaba nadie, y mientras, recordaba las típicas conversaciones con ellas que extrañamente, siempre acababan en los mismos temas, las fotos que nunca deberían de haberse subido al tuenti, las caídas absurdas o las tardes en el garcilaso, y allí ella se dio cuenta que era feliz, aunque le faltasen muchas cosas era feliz, por haber vivido todos esos buenos momentos y por tener amigas/os con quien recordarlos. Y porque aunque todos fuesen especiales había alguien con quien había compartido todo, la que le había regalado el vídeo. Habían pasado juntas muy buenos momentos, y se habían consolado cuando los ratos no eran tan buenos. Se habían reído a carcajadas, terminando siempre con una de ellas llorando de la risa. Habían compartido batidos, kebabs, comida del chino, al que por cierto no creo que vuelvan, mojitos, gofres, pizzas...Se podían pasar horas y horas hablando,contándose las cosas, aunque fuesen tonterías, y porque estando aquí, ella la echaba de menos, acostumbrada a verla todos los días. Y quería darle las gracias, por el vídeo y por todo, por cuatro años juntas ya, que se dice pronto y por los muchos muchos muchos años que quedan.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Primer día

Ella llevaba meses con esa frase en la cabeza... quizás dicha por alguien que estaba dolido y enfadado pero que no le quitaba razón. “Te irá mal como sigas así, pensando tanto en los demás” era la frase que retumbaba en su cabeza. Y por una vez, pensó en ella y en los que de verdad le importaban, y dejó de lado el que dirán. Colocó el Carpe Diem como base de su filosofía, y a partir de entonces no hacia otra cosa que bailar, hablar, besar, leer, tontear, reír, pero a carcajadas, llorar, equivocarse, decir te quiero a las personas que de verdad le importaban, pero todo porque ella quería, ELLA. Pero no fue fácil, de vez en cuando aparecían piedras en el camino que le hacían revolverse, querer dar marcha atrás, su cabeza no paraba de dar vueltas, pero era fuerte y no se rendía Sólo pensaba en el hoy, ni en el ayer ni en el mañana, en el HOY.
Porque cada momento es único e irrepetible, habrá millones de momentos pero sólo algunos inolvidables, así que los disfrutalos, exprímelos al máximo... recordó que le decía su abuela de pequeña y guardaba cada momento inolvidable en una cajita, que de vez en cuando abría para recordar, para ver tardes de risas, de confidencias, fotos, besos, cosas bonitas...porque eso si, en la caja estaba prohibido meter malos recuerdos, totalmente prohibido, y la abría otra vez, esta vez para recordar viajes, playas, noches, abrazos, caricias, cartas, llamadas... y se dibujó una gran sonrisa en su cara, porque fue consciente de que sí, de que era feliz, quizás de vez en cuando se venía abajo echando de menos algo o a alguien, pero era feliz, y en gran parte era por las personas a las que de verdad quería, pocas, pero importantes, únicas e insustituibles.
Y justo allí recordó que eso era a lo que en realidad se refería el, a que no pensase en sus amigos, pero eso era imposible, formaban parte de ella y fuera a donde fuera, siempre irían con ella, aunque fuese un pedacito de cada uno de ellos.
Y hoy ocho de diciembre ella está aquí abriendo, por fin, su cajita.